lunes, 3 de diciembre de 2007
Pedro Jota y el periodismo de investigación (II)
El 13 de abril de 1992 la revista Cambio 16 aparecía en los quioscos con una portada espectacular: "ETA utiliza al diario El Mundo como mensajero".
La información luego se demostró falsa: se trataba de mensajes crípticos publicados durante varias semanas seguidas en la sección Dazibao del suplemento Campus, que una estudiante madrileña del paseo de Extremadura (lugar de viviendas militares y frecuente zona de atentados de ETA) enviaba a su novio de San Sebastián, llamado Txantxangorri (pájaro de color rojo), curiosamente el mismo nombre que tenía el chalet de Arcangues, en el sur de Francia, donde se escondía la cúpula etarra, y donde fueron detenidos por aquellos mismos días. Uno de esos mensajes decía: "Txantxangorri. Tu Donosti es sinónimo de traición.Todos tenemos que morir, más es triste seguir viviendo muerto. Gracias por destruir mi alma. Leire". Y la premonición se hizo realidad. Sobre las ocho y cuarto de esa misma tarde ETA hacía estallar un coche-bomba en el barrio de La Albericia, de Santander.
Los autores que realizaron el reportaje de investigación de Cambio 16 fueron Manuel Cerdán y Antonio Rubio. El diario El Mundo al día siguiente señalaba en titulares: "El día que Cambio 16 entró en el guinnes del disparate". Dos años después, en 1994, el mismo diario El Mundo contrataba a esos mismos periodistas para su sección de investigación, después de haber denunciado que "En cualquier otra publicación una pifia tan apabullante haría que el empresario destituyera al director".
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Pedro Jota y la derecha
Ese progre machadiano llamado Pedro Jota:
"Desde la perspectiva de un machadiano españolito de 1981 no puedo por menos que experimentar una alérgica reacción de repulsa cada vez que alguien menor de cuarenta años me dice que, aquí y ahora, es conservador".
"La gran derecha", de Pedro J. Ramírez. Diario 16. 6 de julio 1981. Pag. 3
martes, 27 de noviembre de 2007
Pedro Jota y los GAL (VI)
Pedro Jota tenía soluciones infalibles para terminar con ETA:
"Nadie espere pacto ni componenda con las pistolas en la mano. "Con la medida en que midiereis seréis medidos", dice el Evangelio. Y si escogéis los 9 mm. Parabellum, ésa será vuestra medida final".
Editorial "Si quieren guerra, tendrán guerra". Diario 16. 5 noviembre 1982
domingo, 25 de noviembre de 2007
Pedro Jota y el 23-F (III)
En abril de 2004 Pedro J. Ramírez publica su libro El Desquite, donde justifica su cita sexual con Exuperancia Rapú ("Me había dicho que tenía algo muy especial que enseñarme, pero sólo cuando fuera a su casa sabría de qué se trataba. Llegué a pensar que podría ser algo relacionado con la oposición guineana". Pag. 208), y denuncia una supuesta conspiración del CESID ("Operación Jano") involucrada en la grabación y difusión de un polémico video sexual.
Pedro Jota ataca con especial saña en el libro al teniente general Javier Calderón, director en ese tiempo del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), recurriendo incluso al insulto personal contra sus hijos: dedica dos páginas a narrar la controvertida vida de Pablo Calderón, y tacha poco menos que de prostituta a su hija Beatriz Calderón ("la Mata Hari Beatriz, notoria por sus ascensos a golpe de enchufe").
De Javier Calderón afirma entre otras cosas que estuvo implicado en el intento de golpe de estado del 23-F ("llegó a secretario general del CESID, puesto desde el que , según todo tipo de testimonios y documentos, jugó como mínimo un doble juego en relación al 23-F, mano a mano con su amigo el comandante Cortina". Pag. 76), y le responsabiliza de urdir toda una conspiración contra él ("Para el teniente general Alonso Manglano, El Mundo y su director habían sido primero una fuente constante de problemas y, finalmente, la causa inmediata de su oprobiosa salida de La Casa y de su desagradable horizonte penal. El teniente general Calderón había heredado la misma pesadilla y no estaba dispuesto a terminar igual. Por eso, según nos explicó en la propia sede del periódico un veterano agente de La Casa, después de intentar tibiamente un acercamiento por las buenas había dado luz verde para la continuación de la Operación Jano". Pag. 186).
Seis meses después, en octubre de 2004, el teniente general Javier Calderón ya estaba a sueldo de Pedro J. Ramírez, y La Esfera de los libros, la misma editorial de El Mundo que publicó el libro de Pedro Jota, publicaba "Algo más que el 23-F", el testimonio de Javier Calderón sobre la intentona golpista de 1981.
sábado, 24 de noviembre de 2007
Pedro Jota y el periodismo de investigación (I)
Juan Carlos Escudier, que ha trabajado durante muchos años muy cerca de Pedro J. Ramírez (fue el primer jefe de investigación de El Mundo), revelaba algunos curiosos episodios relacionados con la ética profesional de Pedro Jota:
El talonario de Pedro J.
La hilarante serie de El Mundo sobre el 11-M y las estrambóticas revelaciones con la que los Trashorras, Nayos, Toros y Lavanderas de turno –saga ésta última de escritores de prestigio- deleitan asiduamente a la concurrencia, han dado paso estos días a una apasionante guerra de medios que nos tiene sobrecogidos. El motivo no es otro que la reproducción en el diario El País de una conversación grabada en la cárcel al tal Trashorras, en la que éste sugería abiertamente que con el dinero de Pedro J. estaba dispuesto a cantar la marimorena en vasco y dando goras a ETA, que es lo más cotizado. Con escaso margen de error, nos hallamos de nuevo ante esa singular forma de hacer periodismo que tiene el de Logroño, que algunos llaman de investigación cuando en realidad quieren decir de talonario.
De las andanzas del personaje –Ramírez, no Trashorras- tiene el que suscribe algo más que vagas ideas, después de quince años de trabajar en sus inmediaciones. Si algo sorprende es su desfachatez para asumir el papel de virgen ultrajada y acusar a los demás de falta de ética. “No es fácil encontrar en los anales del periodismo español una manipulación tan zafia, grosera y deontológicamente repugnante como la tergiversación de ayer de El País...” dice en su editorial quien puede exhibir tanta deontología junta como la mosca del vinagre.
Asegura El Mundo que no ha pagado un solo céntimo a Trashorras para apuntar después que “ahora mismo pagaríamos cualquier suma a nuestro alcance si ello contribuyera decisivamente a averiguar de forma lícita la verdad...”. De lo primero caben dudas; de lo segundo, ya fuera lícita o ilícita la forma, ninguna. Me permitiré poner algunos ejemplos, empezando por los pagos a Amedo -que el ex policía ha cifrado en 30 millones de pesetas- para obtener un testimonio ante el juez Garzón que condujera al encarcelamiento de la cúpula de Interior y, obviamente, una entrevista ‘en exclusiva’ con el periódico.
Ha sido Amedo el que ha relatado reuniones con Álvarez Cascos y Ramírez en el despacho de éste último en las que se le prometió indulto si el PP ganaba las elecciones. De las visitas de ambos –al menos, por separado- podría dar fe la mitad de la redacción de El Mundo. Cascos, que confiaba ciegamente en ese ser deontológicamente puro que es Pedro José, llegó un día para confiarle que estaba enamorado y pedirle que fuera discreto. Un minuto después de irse, Ramírez se acercaba entre risas a la sección de Nacional: “Ha venido Cascos para decirme que deja a su mujer. Este tío es tonto”.
El ‘caso GAL’ encierra varias lecciones de ética de Ramírez. Una de ellas tiene que ver con la sentencia del Tribunal Supremo, adelantada en su día por El País. El apóstol de la libertad de expresión y de la ética no se arredró ante la exclusiva y la fusiló convenientemente en la edición de Madrid como si ambos periódicos hubieran tenido acceso a la sentencia. “A mi no me priva nadie de apuntarme este tanto” bramó con nocturnidad. La apropiación indebida de la noticia fue objeto de debate en el consejo de redacción del periódico –cuando existía- con el resultado esperado: ninguno. Otro día les cuento algunas cosas divertidas de la denominada acta fundacional de los GAL que interesarán a los estudiosos.
En el asunto de las informaciones compradas, El Mundo siempre ha estado en vanguardia. Se abonaron algo más de dos millones al narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales por una entrevista en primicia, un hecho del que tengo alguna referencia porque el firmante de la entrevista era este juntaletras, con Ramírez como improvisado fotógrafo. Se doró el riñón del contable chileno Carlos Alberto van Schouwen para que El Mundo destapara el ‘caso Filesa’. A la fuente del ‘caso Ibercorp’ se le buscó el trabajo que reclamaba. Ni que decir tiene que todos estos grandes trabajos periodísticos pudieron ser publicados después de “meses de investigaciones”.
La cima de la ética pudo alcanzarse quizás con un caso menos renombrado, el denominado ‘caso Ferraz’, que tenía que ver con una presunta financiación ilegal del PSOE en la que se implicaba al secretario personal de Alfonso Guerra, Fali Delgado. En aquella ocasión se adquirió el dossier y se guardó en un cajón para ser publicado en plena campaña electoral de las generales de 1993. ¿Para influir en el resultado electoral? Seguro que no.
Tiempo habrá para recordar otros episodios porque Ramírez es un campeón de la deontología y del periodismo de investigación y se merece nuevos capítulos. Por el momento, resulta desconcertante que alguien semejante pueda gozar de tanto predicamento entre la clase política, de no ser por el pavor que nuestros prohombres manifiestan a sus azotes tipográficos. ¿Se imaginan al director de The Independent telefoneando al líder de los conservadores en el receso de una sesión de los Comunes para sugerirle cuál debía ser su réplica al primer ministro? Quizás Aznar y Anguita los señores de la pinza en la etapa felipista, pudieran contestar a la pregunta de quién les adoctrinaba en sus prédicas parlamentarias.
Uno comprende que el PP participe de sus desvaríos, si entiende, tal y como parece, que puede hacerle ganar las elecciones porque ya lo hizo en el 96. Pero lo del PSOE resulta inaudito. Aún se recuerda su primera entrevista con Zapatero en Moncloa y sus fotografías con el presidente del Gobierno, idénticas a las que se había hecho tiempo atrás con su gran amigo Aznar. El mensaje, dirigido muy posiblemente a sus accionistas italianos, no dejaba lugar a dudas: si estáis pensando en cambiar de director, podéis olvidarlo porque mando tanto como antes.
Volviendo a la Trashorras connection, me permito afirmar que el interés del periodista más grande que vieron los tiempos por conocer la verdad del 11-M tiende a cero. Lo que persigue Ramírez es vender periódicos, que eso sí que lo borda. Algunos compañeros de El Mundo recuerdan su abatimiento el 14-M a medida que se iban conociendo los datos que avanzaban la victoria del PSOE. Finalmente salió del marasmo: “Bueno, estar en la oposición se nos da muy bien”. A eso juega.
El talonario de Pedro J., por Juan Carlos Escudier
Sábado, 16 de septiembre de 2006
http://www.elconfidencial.com/opinion/indice.asp?id=1808
El talonario de Pedro J.
La hilarante serie de El Mundo sobre el 11-M y las estrambóticas revelaciones con la que los Trashorras, Nayos, Toros y Lavanderas de turno –saga ésta última de escritores de prestigio- deleitan asiduamente a la concurrencia, han dado paso estos días a una apasionante guerra de medios que nos tiene sobrecogidos. El motivo no es otro que la reproducción en el diario El País de una conversación grabada en la cárcel al tal Trashorras, en la que éste sugería abiertamente que con el dinero de Pedro J. estaba dispuesto a cantar la marimorena en vasco y dando goras a ETA, que es lo más cotizado. Con escaso margen de error, nos hallamos de nuevo ante esa singular forma de hacer periodismo que tiene el de Logroño, que algunos llaman de investigación cuando en realidad quieren decir de talonario.
De las andanzas del personaje –Ramírez, no Trashorras- tiene el que suscribe algo más que vagas ideas, después de quince años de trabajar en sus inmediaciones. Si algo sorprende es su desfachatez para asumir el papel de virgen ultrajada y acusar a los demás de falta de ética. “No es fácil encontrar en los anales del periodismo español una manipulación tan zafia, grosera y deontológicamente repugnante como la tergiversación de ayer de El País...” dice en su editorial quien puede exhibir tanta deontología junta como la mosca del vinagre.
Asegura El Mundo que no ha pagado un solo céntimo a Trashorras para apuntar después que “ahora mismo pagaríamos cualquier suma a nuestro alcance si ello contribuyera decisivamente a averiguar de forma lícita la verdad...”. De lo primero caben dudas; de lo segundo, ya fuera lícita o ilícita la forma, ninguna. Me permitiré poner algunos ejemplos, empezando por los pagos a Amedo -que el ex policía ha cifrado en 30 millones de pesetas- para obtener un testimonio ante el juez Garzón que condujera al encarcelamiento de la cúpula de Interior y, obviamente, una entrevista ‘en exclusiva’ con el periódico.
Ha sido Amedo el que ha relatado reuniones con Álvarez Cascos y Ramírez en el despacho de éste último en las que se le prometió indulto si el PP ganaba las elecciones. De las visitas de ambos –al menos, por separado- podría dar fe la mitad de la redacción de El Mundo. Cascos, que confiaba ciegamente en ese ser deontológicamente puro que es Pedro José, llegó un día para confiarle que estaba enamorado y pedirle que fuera discreto. Un minuto después de irse, Ramírez se acercaba entre risas a la sección de Nacional: “Ha venido Cascos para decirme que deja a su mujer. Este tío es tonto”.
El ‘caso GAL’ encierra varias lecciones de ética de Ramírez. Una de ellas tiene que ver con la sentencia del Tribunal Supremo, adelantada en su día por El País. El apóstol de la libertad de expresión y de la ética no se arredró ante la exclusiva y la fusiló convenientemente en la edición de Madrid como si ambos periódicos hubieran tenido acceso a la sentencia. “A mi no me priva nadie de apuntarme este tanto” bramó con nocturnidad. La apropiación indebida de la noticia fue objeto de debate en el consejo de redacción del periódico –cuando existía- con el resultado esperado: ninguno. Otro día les cuento algunas cosas divertidas de la denominada acta fundacional de los GAL que interesarán a los estudiosos.
En el asunto de las informaciones compradas, El Mundo siempre ha estado en vanguardia. Se abonaron algo más de dos millones al narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales por una entrevista en primicia, un hecho del que tengo alguna referencia porque el firmante de la entrevista era este juntaletras, con Ramírez como improvisado fotógrafo. Se doró el riñón del contable chileno Carlos Alberto van Schouwen para que El Mundo destapara el ‘caso Filesa’. A la fuente del ‘caso Ibercorp’ se le buscó el trabajo que reclamaba. Ni que decir tiene que todos estos grandes trabajos periodísticos pudieron ser publicados después de “meses de investigaciones”.
La cima de la ética pudo alcanzarse quizás con un caso menos renombrado, el denominado ‘caso Ferraz’, que tenía que ver con una presunta financiación ilegal del PSOE en la que se implicaba al secretario personal de Alfonso Guerra, Fali Delgado. En aquella ocasión se adquirió el dossier y se guardó en un cajón para ser publicado en plena campaña electoral de las generales de 1993. ¿Para influir en el resultado electoral? Seguro que no.
Tiempo habrá para recordar otros episodios porque Ramírez es un campeón de la deontología y del periodismo de investigación y se merece nuevos capítulos. Por el momento, resulta desconcertante que alguien semejante pueda gozar de tanto predicamento entre la clase política, de no ser por el pavor que nuestros prohombres manifiestan a sus azotes tipográficos. ¿Se imaginan al director de The Independent telefoneando al líder de los conservadores en el receso de una sesión de los Comunes para sugerirle cuál debía ser su réplica al primer ministro? Quizás Aznar y Anguita los señores de la pinza en la etapa felipista, pudieran contestar a la pregunta de quién les adoctrinaba en sus prédicas parlamentarias.
Uno comprende que el PP participe de sus desvaríos, si entiende, tal y como parece, que puede hacerle ganar las elecciones porque ya lo hizo en el 96. Pero lo del PSOE resulta inaudito. Aún se recuerda su primera entrevista con Zapatero en Moncloa y sus fotografías con el presidente del Gobierno, idénticas a las que se había hecho tiempo atrás con su gran amigo Aznar. El mensaje, dirigido muy posiblemente a sus accionistas italianos, no dejaba lugar a dudas: si estáis pensando en cambiar de director, podéis olvidarlo porque mando tanto como antes.
Volviendo a la Trashorras connection, me permito afirmar que el interés del periodista más grande que vieron los tiempos por conocer la verdad del 11-M tiende a cero. Lo que persigue Ramírez es vender periódicos, que eso sí que lo borda. Algunos compañeros de El Mundo recuerdan su abatimiento el 14-M a medida que se iban conociendo los datos que avanzaban la victoria del PSOE. Finalmente salió del marasmo: “Bueno, estar en la oposición se nos da muy bien”. A eso juega.
El talonario de Pedro J., por Juan Carlos Escudier
Sábado, 16 de septiembre de 2006
http://www.elconfidencial.com/opinion/indice.asp?id=1808
viernes, 23 de noviembre de 2007
Pedro Jota y los GAL (V)
Uno de los editoriales de Pedro Jota donde más evidente aparece su defensa de la guerra sucia contra ETA:
"Los activistas de ETA no son hombres, que son bestias: seres monstruosos en los que ha quedado atrofiada toda capacidad de bondad o de belleza. Por eso duermen tranquilos chapoteando en la sangre, eructando estúpidamente sobre la memoria de sus víctimas.
¿Hasta dónde llegan los derechos humanos de las bestias? Sería suicida que llegaran más lejos que la capacidad de autodefensa de una comunidad frente a las alimañas que pretenden destruirla.
A las bestias se las encierra tras los barrotes más gruesos que existan en la aldea. Para ello primero se les caza mediante todo tipo de tretas. Y si en la aventura muere alguna, mala suerte (o buena suerte).
La muerte de la ETA es nuestra vida. La serpiente que en forma de muchacha disparó contra Romeo no debe tener la oportunidad de repetir fortuna. El caimán disfrazado de "gudari" que "liquidó" a Prieto Gracia tiene que ser capturado antes de que aguarde a la siguiente víctima.
No hay derechos humanos en juego a la hora de cazar al tigre. Al tigre se le busca, se le acecha, se le acosa, se le coge y, si hace falta, se le mata.
Podrán caer cincuenta etarras en combate y las manos de España continuarán limpias de sangre humana. A los policías que disparen contra ellos se les recibirá como a valientes, porque las familias de cincuenta tenientes coroneles patriotas habrán recobrado cincuenta veces la esperanza".
Editorial "No son hombres". Diario 16. 23 marzo 1981.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Pedro Jota y el 23-F (II)
El 13 de abril de 1981 en Diario 16 aparecía un duro editorial "Tejero, en ABC", contra la publicación de un artículo del militar golpista: "La publicación del largo manifiesto exculpatorio del señor Tejero constituye una clara apología del golpismo, prácticamente equiparable a la inserción en el diario Egin de un hipotético texto de Iturbe Abásolo titulado "Por qué mato guardias civiles" (...) ABC ha sentado además un peligroso precedente, al amparo del cual puede florecer todo un aparato propagandístico -con derivaciones de negocio- dedicado a la exaltación de la figura del estrafalario teniente coronel".
El mismo Pedro J. Ramírez en la página siguiente finalizaba su artículo, dedicado al teniente general Gutiérrez Mellado, escribiendo: "Sirva este artículo de desagravio a él y todos los militares patriotas que se han sentido ofendidos por el escrito del teniente coronel Tejero publicado en ABC".
El 30 de abril de 1981 Diario 16, el periódico dirigido por Pedro J. Ramírez, iniciaba la publicación en tres capítulos y durante tres días consecutivos, de informaciones sobre el intento de golpe de estado del 23-F, bajo el título genérico de "La Conspiración".
La supuesta exclusiva, que sirvió para agotar todas sus ediciones durante aquellos días, era en realidad la divulgación, con el tono más sensacionalista posible, de las declaraciones del teniente coronel Tejero ante el juez militar especial: una autodefensa de Tejero basada en que cumplía órdenes, y en implicar en el intento de golpe al mayor número de militares, políticos, y altas instituciones del Estado, incluído el Rey, con el objetivo de crear la mayor confusión y desestabilización posibles.
Todo empezó el día 15 de abril de 1981, cuando fotocopias de los 18 folios que contenían la declaración de Tejero ante el juez militar, el general García Escudero, empezaron a circular por las redacciones de toda España. Ningún medio de comunicación quiso publicarlo por estimar que vulneraba el secreto sumarial, y porque contribuiría a fomentar toda clase de calumnias y teorías conspirativas, en interés de los militares golpistas.
Pedro Jota no tuvo escrúpulos en publicarlo, presentando la "exclusiva" como fruto de una elaboración del periódico, de sus periodistas de investigación, y no como una simple filtración del sumario, con lo cual se avalaba el contenido y se intentaba incrementar su credibilidad. Y se publicaba en tres días, para rentabilizarlo más, algo que Pedro Jota repetiría años después con las filtraciones sobre los GAL.
Miguel Ángel Aguilar, antecesor de Pedro Jota en la dirección de Diario 16, y experto en temas militares, lo explicaba muy bien al día siguiente en El País:
"El relato de la conspiración que ahora se ha hecho es muy sesgado, tiene su origen en la versión interesada de Tejero y parte de una filtración muy determinada dentro de la implacable guerra que se ha entablado entre diferentes servicios de información que según los hombres del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) busca inutilizar dicho centro (...) Los hombres del antiguo SECED que adelantaron a Europa Press en la madrugada del 20 de noviembre de 1975 la muerte de Franco, los mismos que dieron el scoop de la dimisión del presidente Suárez, le facilitaron el pasado día 14 de abril estos nuevos papeles. Son párrafos textuales del sumario".
En los mentideros de la extrema derecha se utilizó lo publicado por Diario 16 para relanzar sus campañas contra el Rey, y se abrió el debate en los cuarteles y recintos militares, donde los más proclives al golpe se despachaban con el típico: "ya veis, ya veis, y lo dice un periódico rojo".
Alguien calificó entonces la actuación de Pedro J. Ramírez como "la más loca exhibición de irresponsabilidad de los últimos tiempos".
En marzo de 1989 lo primero que hizo Pedro Jota cuando Juan Tomás de Salas le echó de Diario 16 fue contratar como abogado al ultraderechista Ramón Hermosilla, el defensor del golpista Alfonso Armada.
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